Hace sesenta años, la igualdad entre mujeres y hombres se integró en el Tratado de Roma como uno de los valores fundamentales de la UE. Dentro de la Comisión, las mujeres representan el 55% del total de la plantilla. A menudo, las mujeres se cuentan entre las personas más vulnerables en los conflictos, en situaciones de migración y desplazamiento y allí donde la pobreza y el cambio climático tienen mayores efectos negativos. Ha aumentado exponencialmente el número de mujeres víctimas de la trata que llegan a la UE en el contexto migratorio actual. La intolerancia contra las mujeres y la misoginia se manifiestan en la esfera pública, así como en los ataques amparados por el cobarde anonimato de internet. Europa se ha comprometido, como ya lo hizo hace sesenta años, a garantizar la igualdad de la mujer en todo el mundo. |